Inocentes en el extranjero, de Mark Twain

8 de juny de 1867:  Aquest estiu m’he embarcat a bord del creuer Quaker City. Acompanyada de l’exquisit i mordaç humor de Mark Twain, des de Nova York i amb un selecte grup de passatgers hem recorregut Europa, Terra Santa i tot el mediterrani durant cinc mesos i mig…

 

PARIS: «En este parque, un tipo de nombre impronunciable atentó contra la vida del Zar de Rusia, con una pistola, una primavera pasada. El tiro dio en un árbol. Ferguson (el guia) nos enseñó el tronco. En Norteamérica, este interesante árbol sería derribado y olvidado antes de cinco años, pero aquí lo conservarán como un tesoro. Los guías lo enseñarán a los visitantes, durante los próximos ochocientos años; cuando se muera y caiga, pondrán otro en su lugar y seguirán contando la misma historia. Me gustaría poder importar a América algo de esa veneración europea por los objectos históricos».

 

TÀNGER: «Tánger es un lugar exótico, si existe uno en el mundo, y su espíritu no puede hallarse en libro alguno, excepción hecha de Las mil y una noches. (…) Sus vestidos son extraños hasta sobrepasar toda posibilidad de descripción. He aquí un bronceado moro con un prodigioso turbante blanco, una chaqueta curiosamente bordada, una faja dorada y escarlata, que da infinidad de vueltas a la cintura, pantalones hinchados, que llegan más abajo de la rodilla, y que sin embargo se componen de veinte yardas de tela… pies sin calcetines, zapatillas amarillentas, y un fusil de enorme tamaño… ¡Se trata de un vulgar soldado raso! Sospeché que era, como mínimo, el propio Emperador».

 

VENÈCIA: «Vemos a las mujeres yendo de compras, con toda naturalidad, y saltar de calle en calle, de tienda en tienda, al modo de todas las mujeres del mundo, sólo que dejan la góndola en la puerta, en vez de dejar el coche, esperándolas un par de horas -esperando mientras obligan a los pobres dependientes a amontonar en el mostrador toneladas y toneladas de terciopelo, moaré y seda, para acabar comprando un metro de cinta… La naturaleza humana es la misma en todas partes… y me recuerda tanto a mi país, eso de ver una señora veneciana poniendo una tienda en desorden, comprando diez céntimos de alfileres y haciéndoselos llevar a casa».

 

 

MILÀ: «Deséabamos ir a la biblioteca Ambrosiana y fuimos. Nos enseñaron un manuscrito de Virgilio con notas de puño y letra de Petrarca, el caballero que amó a la Laura de otro caballero, y le prodigó, a lo largo de toda su vida, un amor que constituía un evidente despilfarro de materias primas (…) Trajo fama a los dos y creó una fuente inagotable de conmiseración en los pechos sentimentales… Pero, ¿quién dice una palabra en favor del pobre Mr. Laura. ¿Quién le glorifica? ¿Quién le rocía con lágrimas? ¿Quién escribe versos hablando de él? Nadie. ¿Cómo suponéis que le sentarían, a él, el estado de cosas que ha apasionado y divertido tanto al mundo? ¿Disfrutaba, acaso, viendo otro hombre siguiendo a su mujer por todas partes, haciendo su nombre —el de Laura— familiar a todas las lenguas que comen ajos en Italia…?».

 

El relat d’aquest viatge, publicat inicialment en fascicles per subscripció, va ser un gran èxit popular. Només el primer any va vendre més de 70.000 exemplars i va ser el llibre més venut durant tota la seva llarga carrera com a escriptor. Va ser un diari de Sant Francisco que va patrocinar el viatge de l’escriptor amb l’objectiu que en fes una crònica.

 

Mark Twain (1835-1910) —pseudònim de Samuel Langhorne Clemens— és considerat com un dels grans escriptors americans. Nascut en un poblet de Missouri, va passar la seva infància a Hannibal, port fluvial del riu Mississipí, que va servir d’inspiració per a dues de les seves novel·les més conegudes: Les aventures de Tom Sawyer i Les aventures de Huckleberry Finn.

 

«Es diu que sóc un revolucionari per simpaties, per naixement i per principi. Sempre estic al costat dels revolucionaris, perquè no hi ha hagut mai cap revolució si no és que hi havia condicions opressores i intolerables contra les quals calia revoltar-se».

 

Amb un fort esperit de crítica social, un sentit de l’humor i un enginy brillants i una mirada humanista de la vida, Twain va ser un personatge intrèpid i polifacètic. Escriptor, tipògraf, miner, periodista, emprenedor, pilot fluvial, editor, maçó, mecenes… van ser algunes de les seves ocupacions al llarg de la seva intensa vida. Defensor dels drets de les dones, va fer campanya a favor del sufragi femení. El seu discurs Vots per les dones, és considerat un dels més famosos de la història. Amic d’artistes, empresaris, presidents, i membres de la reialesa europea, en el moment de la seva mort, se’l va considerar «l’humorista americà més gran de la seva època».

 

«Hi ha moltes coses humorístiques en aquest món; entre elles la noció de l’home blanc que ell és menys salvatge que els altres salvatges».

 

«La notícia de la meva mort ha estat una exageració».

 

Inocentes en el extranjero, Ediciones del azar | The Innocents Abroad, or The New Pilgrims Progress | Imatges: Mark Twain sitting for his portrait by Ch.Scolik, Albert Bigelow Paine (Quaker City), Bain News Service, publisher