Adormidera, Papaver somniferum

 

Artistas sin obra y las «Lettres de guerre» del surrealismo > Parte 2

Pero… volviendo a la realidad, y siguiendo el trayecto de ese ojo curioso, tratamos de enfocar la mirada sobre alguno de los pequeños vitrales de este mágico y fascinante caleidoscopio de los «Artistas sin obra», de Jean Yves Jouannais.

Meditando lo que hay de cierto en el pensamiento del filósofo chino Zhuangzi, cuando afirmaba que «el hombre perfecto no tiene yo, el hombre inspirado no tiene obra, y el hombre santo no deja nombre» 1 —de las mujeres inspiradas nos ocuparemos más adelante—… nos dejamos llevar por una miríada de puntos luminosos que, como colas de estrella fugaz, se desvanecen vaporosamente dejando su rastro impreso en alguna galaxia lejana…

En esta tintura de polvo estelar encontramos las perlas escondidas, los intentos reiterados, las piedras preciosas sin pulir, los fracasos repetidos, las estrellas no iluminadas del firmamento… También descubrimos las obras censuradas por algún «Ministerio de la verdad», las creaciones invisibles a los ojos del espectador, o las que —víctimas de su hado, o de otras fuerzas ocultas—- han sido lanzadas al «agujero de la memoria» para ser reescritas o definitivamente enterradas…

«Los corifeos de la cultura no se han parado a pensar en la gran cifra de seres humanos ni en las innumerables producciones del pensamiento. (…) Deberían tener muy presente las pocas personas que escriben libros en comparación con las que no los escriben (…) La idea occidental que la cultura es una cuestión de libros, de cuadros y monumentos, es infantil…». 2

 


Primera guerra mundial, 1917. Soldados de las filas aliadas.

 

Las Lettres de guerre

Así lo apreciaba, de manera más ambigua, André Breton, al publicar, en 1910, las Lettres de guerre de Jacques Vaché; el inspirado escritor francés que, como Félicien Marboeuf, tampoco publicó ninguna obra.

Se conocen en el Hospital militar de Nantes durante la Primera Guerra Mundial, donde Vaché está herido de guerra y Breton ejerce de enfermero. Surgirá un vínculo de amistad que durará hasta la muerte de Jacques.

Una decena de cartas que Vaché envía a Bretón desde el frente —donde hace de intérprete para los soldados británicos— forman el cuerpo central de esta obra, que enciende la mecha del autor del Manifiesto Surrealista. Estas Lettres de guerre, completadas audazmente por Breton con cuatro nutridos ensayos, se convertirán en el mito fundacional del surrealismo.

 


Estufa Godin y diversos objectos de la Primera Guerra Mundial encontrados en la Creute du Caid a Aizy-Jouy. / Enrevseluj.

 

Pijamas y libros sin cortar; el germen del surrealismo

«En resumen, vuelvo a ser presa del terrible aburrimiento… Fumo, sin duda, un poco de opio, este oficial «Al Servicio de Su Majestad» está a punto de transformarse en andrógino alado y bailar la danza del vampiro, babeando té con leche y me despertaré en cama conocida e ir a descargar barcos, con usted a mi lado, blandiendo la vara eléctrica…». 3

Influido por las teorías de Freud y sus experiencias con la escritura automática, Breton convierte a Vaché en una especie de faro artístico.

 

«Un traje negro, un pantalón con raya, unos buenos zapatos, París (telas a rayas), pijamas y libros sin cortar, donde vamos esta tarde? Oh! Suficiente! Suficiente ! Incluso demasiado. Sydney, Melbourne, Viena, Nueva York, y vuelta. Vestíbulo de Hotel, transatlántico pintado, resguardo de equipaje, Gerente de Hotel…». 4

 

«Luego, por la tarde, un tanque en excelente estado de salud ha venido a tomar el té con nosotros y ha dado la vuelta con todo tipo de ruidos y cacareos infernales, aplastando con calma las alambradas de espino y trepando con soltura los taludes. No podía dar crédito a mis ojos, había visto marchar tanques, pero nunca sueltos en su entorno natural». 5

Con su ingenio y fantasía desbordantes, y con altas dosis de humor negro, Vaché desfigura sarcásticamente los estragos de la guerra, inventa palabras y juega con la insolencia y el absurdo, en una retahíla de asociaciones inconexas…

«Vivo en un hueco perdido entre restos de árboles calcinados y, periódicamente, una especie de obús se arrastra, parabólico, y tose». 6

«Durante toda su vida Breton girará en torno a esta figura extraña y seductora, proclamando y apropiándose de una idea del arte sumamente improbable en la época y que terminó constituyendo su patrimonio». 7

 

«Me opongo a que me maten en tiempos de guerra (…) Voy a morir cuando quiera morir… pero luego moriré con alguien. Morir solo es demasiado aburrido… preferiblemente con uno de mis mejores amigos». 8

 


Jacques Vaché

 

Breton y Vaché

André Breton (1896-1966), poeta y escritor francés, es considerado el fundador y la figura clave del movimiento surrealista. Encaramado por la historia del arte y de la literatura francesa por su labor como crítico y teórico de las artes plásticas y de la escritura.

Jacques Vaché (1895-1919), reconocido por André Breton como el precursor del surrealismo forma parte de la leyenda de los artistas sin obra.

Nace en Lorient, un pueblo de la Bretaña francesa. Su padre, capitán de artillería de origen inglés, es destinado a Indochina, donde pasa su infancia. Al volver a Francia es expulsado de la escuela primaria. Más tarde, estudia en la universidad del Grand Lycée, y allí es donde se gesta —con un círculo de amigos— su aventura artística, que se verá interrumpida por la marcha en el frente de guerra.

 


André Breton

 

Editan la revista En route mauvaise troupe, con poemas y manifiestos antimilitaristas y antiburgueses, y que pronto es censurada por la prensa conservadora local, y Le Canard sauvage —con reseñas literarias, relatos y humor gráfico— donde despliega su fina ironía, y el su espíritu crítico, pacifista y subversivo contra la clase burguesa, a la que lanza dardos envenenados sin piedad.

«Bajó con la cara cansada y los ojos rojos, de un compartimento de tercera clase. Experimentamos una primera sensación de apuro: iba mal vestida y bajaba de un compartimento de tercera clase! Pero como, a pesar de todo, era pariente nuestra, le dimos los buenos días; tras los saludos, nos siguió, un poco avergonzada de su vieja bolsa de viaje, y subió al cupé que habíamos llevado a la estación». 9

 


Revista de Jacques Vaché i el grup de Nantes

 

A Vaché le gustaba contar cuentos; creaba vidas y personajes paseando por las calles de Nantes disfrazado de médico, teniente o aviador.

 

 


Le bourgeois, ilustración de Jacques Vaché.

 

Le bourgeois: (de izquierda a derecha, de arriba abajo)

«Es rentista… Esta especialidad es particularmente peligrosa. Tiene un aire muy digno y se divierte con la criada. / Es un joven muy bien… Así es que busca preferentemente chicas jóvenes con dote (es lo que se llama un matrimonio de conveniencia). / Es jefe de despacho. Esta especie es bastante poco temible. Aunque hay que desconfiar, pues detrás de una pinta bonachona se esconde un terrible egoísta. / Es agente de comercio. Especie seria y amable. También muy peligrosa. / Es académico. Especie muy prolífica y sedentaria. / Es magistrado. La especie llamada «magistrado» es más peligrosa que las demás. Lee a Horacio y recibe emolumentos. / Es poeta. Esta especie es bastante inofensiva y hace rimar preferentemente femme con âme». 10

Para los libros de historia, quedará su intervención apoteósica —vestito con el uniforme de soldado británico y empuñando una pistola— en el estreno de Les Mamelles de Tiresias, de Guillaume Apollinaire, considerada la primera obra de teatro surrealista, donde clamaba por la interrupción inmediata de la función, alegando el tono excesivamente literario y artístico de la obra. Breton, en medio de una platea completamente azorada, logra calmarlo.

 

A propósito de un suceso 9

Le Télégramme des provinces de l’Ouest: «Un triste suceso que sume en la desolación a dos de las más respetables familias Nantesas ocurrió el pasado lunes por la noche…». 11

Nantes, invierno de 1919, una tarde lluviosa: la policía encuentra dos cuerpos desnudos agonizando en una habitación del Hôtel de France junto a un recipiente de porcelana y una pipa con restos de opio. El joven Jacques Vaché, acompañado de su amigo Paul Bonnet, protagoniza la última escena de su breve, inspirada y recordada ópera de veintitrés tres años.

Muertos de pena y de frío, bajo un cielo que nadie más veía, decenas de tanques en procesión, desfilaban armados de rosas blancas, carreteando ofrendas y juegos a la más cruda y poética naturaleza muerta. Lloraban por su última taza de té… Lanzaban disparos al aire mientras cantaban: «Parad la guerra o me pego un tiro!». 12

Y cuando se despertaron, el dinosaurio ya no estaba allí… 13

 

 

Breton se aferró desesperadamente a la teoría de que la muerte de Vaché había sido un suicidio orquestado, un símbolo trágico, iniciático, que forjaría la leyenda del surrealismo. El retablo de los cuerpos desnudos —obviando, fantasiosamente, la más que probable homosexualidad de Jacques— no formó nunca parte de su iconografía.

«Es posible que quisiera, al desaparecer, cometer a expensas, de sus inexpertos compañeros, un último y divertido ardid». 14

Pero, la danza macabra del «dandy de las trincheras», del maldito artista sin obra, fue, según otras hipótesis, una intrépida y apasionada orgía entre cuatro o cinco amigos. Un tórrido viaje al futuro, sin ciencia ni billete, una nube dorada de flores opiáceas… La savia, dulce y amarga, de la última tarde de invierno.

 

P.D. Breton lo recordará, años después de su muerte; «Comme l’homme qu’il a le plus aimé ave monde».

 

 

Artistas sin obra y las Lettres de guerre del surrealismo: 1_ Zhuangzi, 2_Jean Dubuffet dentro de: Artistas sin obra. I prefer not to, de Jean Yves Jouannais. / Pijamas y libros sin cortar: el germen del surrealismo: 3, 4, 5, 6, 7, 8_ Cartas de guerra, de Jacques Vaché, Ediciones de la Mirándola / Parad la guerra o me pego un tiro, Jacques Vaché, El Nadir Ediciones. / Breton y Vaché: 9, 10_ Parad la guerra o me pego un tiro, Jacques Vaché, El Nadir Ediciones. / A propósito de un suceso: 11, 12_ Cartas de guerra, de Jacques Vaché, Ediciones de la Mirándola; 13_El dinosaurio: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Augusto Monterroso. 14_ Parad la guerra o me pego un tiro, Jacques Vaché, El Nadir Ediciones. / Imágenes: Wikimedia commons; Parad la guerra o me pego un tiro, Jacques Vaché, El Nadir Ediciones.