William Morris: utopia y romanticismo en plena revolución industrial > Parte 1/4
William Morris (1834-1896) es considerado el diseñador más célebre del siglo XIX, fundador y figura clave del movimiento de las Arts & Crafts. Aunque en su época fue más reconocido como poeta, ejerció de editor, impresor, tipógrafo, grabador, pintor, encuadernador, tejedor, bordador, novelista, traductor, ensayista, activista… Humanista, visionario, con un marcado perfil renacentista, Morris combatió el capitalismo industrial en plena efervescencia del imperio británico durante la era victoriana. Su vida y obra, a caballo entre una especie de locus amoenus medieval y una utopía de comunidad rural y fraternal inspirada en el socialismo utópico, nos ha dejado un legado impresionante.
«Si queréis una regla de oro que se adapte a todo el mundo, es esta: no tengáis nada en vuestras casas que no consideréis que sea útil o que no creáis que sea bello».
«…extiendan la palabra arte más allá de las actividades que son obras de arte deliberadas, para abarcar con ella no solo la pintura, la escultura y la arquitectura, sino las formas y colores de todos los objetos de uso doméstico o —aún más— incluso a la disposición de los campos para la labranza y para el pasto, la organización de las ciudades y de todas nuestras carreteras; en una palabra, que incluyan el aspecto de todo lo que rodea nuestra vida».
Sus postulados tuvieron un impacto profundo en el incipiente origen de los movimientos de vanguardia posteriores. Sensible a la contaminación, a la conservación del patrimonio histórico, a la precariedad laboral y la desigualdad de clases, dedicó parte de su vida a luchar contra las injusticias de «la civilización moderna”.
“…estas máquinas serían, sin ninguna duda, muy perfeccionadas, pero su perfeccionamiento ya no tendría como objetivo único que dieran dividendos al individuo sino, por el contrario, que beneficiaran a la comunidad.”
Hijo de una familia acomodada inglesa, a la muerte de su padre hereda una fortuna que le permite vivir sin preocupaciones económicas durante toda su vida. Cursa estudios de arquitectura, arte y religión en la Universidad de Oxford. En esta época conoce a Jane Burden, que se convertirá en su mujer y al escritor John Ruskin, cuyas ideas ejercieron una influencia profunda en sus tesis. También traba amistad con artistas como Edward Burne-Jones, Dante Gabriel Rossetti, Ford Madox —los llamados pintores prerafaelites— y con el arquitecto Philip Webb, con los que compartiría los mismos ideales.
«La ciencia, bien aplicada, le permitirá librarse de los desperdicios, reducir al mínimo —si no destruir por completo— todos los inconvenientes que actualmente se derivan del uso de una maquinaria complicada, tales como el humo, la fetidez y el ruido…».
Red House
La leyenda de Morris comienza con la construcción de la Red House (1859) dirigida por su amigo y arquitecto Philip Webb —considerada la obra fundacional de las Artes & Crafts—. Justo después de terminar sus estudios de arquitectura se propuso el reto de construir una casa que desafiara todas las modas y convenciones de la época. Con la colaboración de su esposa Jane y los miembros de su círculo artístico, dedican dos años a diseñar y decorar cada rincón de la casa, que se acaba convirtiendo en un taller de creación colectiva donde diseñan y producen tapices, muebles de madera tallada, pinturas murales, vitrales… asentando el precedente de la Morris, Marshall, Faulkner & Co. y de la posterior Morris & Co.
Morris, Marshall, Faulkner & Co.
El año 1861, Morris y sus amigos fundan la empresa Morris, Marshall, Faulkner & Co. con sede inicialmente en la Red House, y financiada por él. Más tarde será rebautizada y reestructurada como Morris & Co. Tapices, pinturas murales, bordados, vitrales, papeles pintados, grabados, tejidos, alfombras, baldosas, mobiliario, libros… forman la impresionante producción que sale de los talleres, y que se venden posteriormente en la tienda que abre en Oxford Street. En 1881 Morris compra una fábrica textil en el sur de Londres donde reúne y traslada todos los talleres de la compañía.
«Cualquier hombre podría fácilmente aprender y practicar tres oficios por lo menos, alternando una ocupación sedentaria con otra al aire libre, una que exija el ejercicio de fuertes energías físicas, con otra en que la mente tenga más que hacer».
Alentados por las teorías de Ruskin, parten del ideal de la obra de arte total en contraposición con las piezas de manufactura industrial que se estilaban en la época. Aspiran a unos hitos de expresión artística y de perfección técnica muy elevados, al tiempo que abordan aspectos sociales del diseño y de la producción. No rechazaban la máquina en sí sino su mal uso. Inspirados en la organización de los talleres medievales, practicaban el trabajo colectivo y reivindicaban la unión del diseñador, del artesano y del artista en una misma figura. Estas premisas serán recuperadas con fuerza, medio siglo después, en la primera etapa de la Bauhaus.
Citas: ”The Beauty of Life” dentro de Hopes and Fears for Art: Five Lectures Delivered in Birmingham, London, and Nottingham, 1878-1881 / El arte bajo la plutocracia, Pepitas de calabaza, ed. / Trabajo útil o esfuerzo inútil, Pepitas de calabaza, ed. Imágenes: Morris, Ed. Taschen: 1_Edward Burne-Jones y William Morris, 1880, 2_Tejido impreso Medway,1885, 3_The Red House, 4_Taller textil de Merton Abbey, 5_Habitación de William y Jane en Kelmscott Manor. 0_ George Frederic Watts, retrato de William_Morris_1870, Wikimedia Commons.